HISTORIA DE LA AGRICULTURA
La agricultura es el arte del cultivo y explotación de la
tierra con el objeto de obtener productos con fines humanos o con destino a los
animales domésticos.
Existen variadas disciplinas y toda una infraestructura
agrícola, científica e industrial alrededor de estas actividades. Se incluyen
en estas prácticas el estudio, acondicionamiento de las tierras, cultivo,
desarrollo, recolección, transformación, distribución, etc.
Se trata de una actividad muy antigua, con origen en la
prehistoria, y es actualmente un sector económico indispensable y fundamental
en la alimentación mundial.
Se estima que la agricultura se ha desarrollado desde hace
unos 8.000 a 10.000 años. Desde entonces todos los pueblos de la Tierra han
reconocido el valor que las plantas cultivadas tienen para la alimentación
humana y de los animales domésticos.
Algunos vegetales se han hecho tradicionales en muchos
países, e incluso en determinados de ellos se han convertido en monocultivos, y
en la fuente más importante de ingresos.
Entre las variadas producciones agrícolas, se distinguen
algunos productos muy importantes para el ser humano, tales como los cereales,
trigo, maíz, centeno, arroz, caña de azúcar, remolacha azucarera, aceite,
verduras y frutas.
En cuanto a la alimentación animal, son importantísimos los
piensos a base de granos de la soja, maíz forrajero y sorgo.
No todas las producciones agrícolas tienen valor
alimentario, también existen numerosos cultivos dedicados a producir materias
para la industria, tales como el caucho, semillas oleaginosas para fabricar
pinturas o compuestos químicos sintéticos, plantas para la obtención de fibras,
etc.
Se reconoce el valor de la agricultura al comprobar que casi
la mitad de la población mundial se dedica a esta actividad, aunque es cierto
que su distribución es muy variable. Así, mientras que en África y Asia superan
el 60 por ciento de la población, en los Estados Unidos y Canadá apenas alcanza
el 5 por ciento. Por su parte, en América del Sur la población dedicada a estas
tareas es casi la cuarta parte; en Europa Occidental supone alrededor del 7 por
ciento; y en los países de la Federación Rusa y los englobados en la antigua
Unión Soviética alcanza el 15 por ciento.
En el neolítico se practicaba una agricultura itinerante (y
que todavía hoy practican algunos pueblos primitivos), que consistía en
abandonar las tierras una vez han sido agotados sus recursos y buscar nuevos
suelos productivos. Actualmente la agricultura ha evolucionado hasta alcanzar
carácter industrial, donde la ingeniería genética, química y tecnología
mecánica juegan papeles fundamentales.
Se distinguen varios tipos de agricultura:
Extensiva
La agricultura extensiva es aquella en la que se realizan
labores sencillas, y en los que se emplean abonos orgánicos, como estiércoles,
prescindiendo totalmente de los fertilizantes artificiales. Es un tipo de
agricultura defendible desde el punto de vista ecológico, pues la tierra no
suele estar sujeta a la presión que imprimen otras actividades, como la agricultura
intensiva o industrial.
Intensiva o industrial
La agricultura intensiva o industrial es aquella en la que
se realizan labores complejas, y que depende totalmente de fertilizantes
artificiales para su óptimo desarrollo. Los suelos producen habitualmente de
forma continuada, lo que implica la necesidad de restituir también
continuamente los elementos minerales que ya fueron asimilados por las plantas;
esto supone tener que enfrentarse a la larga a variados problemas
medioambientales, derivados no sólo del frecuente uso de productos químicos,
sino también de la imperiosa necesidad de asegurar las cosechas contra plagas y
enfermedades mediante pesticidas, herbicidas, etc., que pueden terminar
finalmente introduciéndose en la cadena alimenticia.
Biológica
La agricultura biológica nació para dar respuesta a los
problemas planteados por la agricultura intensiva. Se trata de una actividad
cada vez más demandada por los consumidores, respetuosa con el medio ambiente y
la salud. Este tipo de agricultura recurre a métodos naturales para luchar
contra las enfermedades y plagas, y rechaza la utilización de pesticidas y
fertilizantes sintéticos.
Parcelaria
La agricultura parcelaria está limitada a superficies
dispersas y reducidas. Existen muchas regiones en el mundo que por sus
características orográficas están dedicadas a este tipo de agricultura. Un
ejemplo son los andenes
o terrazas andinas prehispánicas y que aún existen en la
altiplanicie guatemalteca, donde se cultiva maíz, alubias y calabazas; y café
en las zonas más bajas de las laderas.
Monocultivo
La agricultura de monocultivo es una actividad que está
especializada en un único producto. Aunque los agricultores de subsistencia de
todo el mundo suelen cultivar variados vegetales, no suele ser así en el caso
de las grandes explotaciones de carácter comercial. Así, muchas explotaciones
producen sólo café, té, cereales, cacao, o caucho. Un ejemplo es la dependencia
de Tailandia del arroz, que es uno de los mayores productores del mundo de esta
graminácea; o Sri Lanka, que depende enteramente de la producción de té.
Cuando se dedica una superficie a la producción de una sola
especie, suele proporcionar mayores beneficios económicos, ya que se simplifica
la gestión del suelo, la producción y su comercialización. Sin embargo, puede
dar lugar a la concentración de plagas que, aunque habitualmente suelen ser
controladas, pueden en ocasiones producir la devastación y pérdida de la
producción. La diversidad de cultivos es una ventaja contra este problema, pero
está limitada por las características de los suelos, clima, y otros factores de
carácter económico.
REVOLUCIONES AGRICOLAS
Neolítico es un periodo de la Prehistoria que se inicia con
la aparición de la agricultura y los primeros asentamientos en forma de aldea.
Se extiende entre los años 8.000 y 3.000 antes de Cristo. Su nombre proviene de
los términos griegos neo: nuevo y litos: piedra; es
decir, la Nueva Edad de Piedra.
Se suele llamar a este periodo como el de la Revolución
Neolítica o Revolución Agrícola, pues en él aparecen las primeras
manifestaciones de actividad agrícola.
Esta transformación económica se desarrolló por la
influencia del cambio climático que obligó a las poblaciones de bandas de
pastores a dejar las montañas y bajar a las tierras de los valles en busca de
las cada vez más escasas presas de caza; de hecho, deben abandonar las
habitaciones que habían erigido en las orillas de los cursos de agua.
La necesidad de encontrar una actividad de subsistencia
llevó a los hombres del Neolítico a la recolección y almacenamiento de
cereales, que pronto iban a ser sembrados y cosechados. Paralelamente, el
hombre logró domesticar a algunos animales pequeños como el perro.
El primer lugar donde apareció la agricultura fue en el
Cercano Oriente (en la actual Turquía asiática) y los vestigios datan del año
8.000 antes de Cristo. También se han encontrado restos de actividad agrícola
en el Valle del Indo que han sido fechados hacia el 7800 antes de Cristo. Sin
embargo, se estima que recién en el año 3500 antes de Cristo algunas
poblaciones lograron desarrollar la agricultura; el resto se mantuvo con sus
hábitos de caza y recolección.
La adopción de la agricultura significó para sus usuarios la
posibilidad de desarrollar civilizaciones más avanzadas que las de sus
contemporáneos, debido a los cambios culturales que produjo. El más importante
es el paso de grupos nómadas a poblaciones sedentarias, motivado por la necesidad
de desarrollar la agricultura y la ganadería, y de establecer un lugar fijo de
alimentación y residencia.
Consecuentemente, la sedentarización originó el desarrollo
urbano y las ciudades; aunque es cierto que muchos grupos humanos que se
dedicaban a la pesca en las regiones costeras vivían en especies de aldeas, no
contaban con una organización funcional a la actividad económica y no habían
logrado desarrollar ciudades.
Por otro lado, la adopción de la agricultura generó, por
primera vez en la Historia del hombre, la posibilidad de contar con excedentes
alimenticios y se produjo un fenómeno de crecimiento demográfico; es decir, la
población tuvo un aumento sostenido en el tiempo.
La Revolución Agrícola ocurrida durante el Neolítico trajo
una serie de consecuencias tanto sociales como culturales a los insipientes
asentamientos humanos.
Estos asentamientos donde se desarrolló esta revolución se
encuentran distribuidos principalmente en el Próximo Oriente, la costa este del
Mediterráneo y el norte de África. Ésta distribución geográfica es
llamada
Fértil Medialuna.
Fértil Medialuna.
En estas regiones, se ubicaron las primeras grandes
civilizaciones de Occidente. Estas estaban distribuidas alrededor de los
grandes ríos que proporcionaban el agua y los nutrientes suficientes para tener
una gran producción de alimentos. Estos grandes ríos son elTigris y Eufrates en Mesopotamia;
y el río Nilo en Egipto.
La abundancia de alimentos, aseguró un gran crecimiento
demográfico, lo que hizo crecer las aldeas que se transformaron en ciudades.
Conjuntamente con la revolución técnica, la revolución agrícola condujo a una
división y especialización del trabajo. Sólo bastaba que un sector de la
población se dedicara a las faenas agrícolas para sustentar a la ciudad. Así,
el resto comenzó a dedicarse a otros trabajos, actividades y productos. Se
desarrollaron la artesanía, el arte, el comercio, la construcción y la
administración.
De igual forma, la organización de la ciudad se hizo más
compleja, llevando a la creación de instituciones, como el Estado y la
Religión, las cuales ejercían el poder, establecían la administración, y dirigían
los destinos del cuerpo social. Es decir que la sociedad alcanzó un alto grado
de complejidad, en cuanto su organización y modo de vida.
El desarrollo urbano y la explosión demográfica provocaron
la diferenciación social basada en la especialización de las labores
económicas; a partir de este momento, los hombres y mujeres se dividieron según
su función en la organización de la aldea. Las habilidades y capacidades
técnicas dieron pie a la aparición de los agricultores, los ganaderos, los
artesanos, los guerreros, etc.
MODELOS DE DESARROLLO
Y SUS EFECTOS EN EL SECTOR RURAL
En los
últimos 50 años, el mundo rural latinoamericano ha sufrido grandes
transformaciones
económicas, sociales, políticas, culturales y ambientales,
originadas,
en buena parte, por la aplicación de los modelos de desarrollo de
industrialización
sustitutiva y el neoliberal. A continuación presentamos, de forma
resumida, la
manera cómo el sector rural es considerado en cada uno de estos
dos modelos,
el papel del estado en el desarrollo del sector en cada modelo y los
efectos que
sobre él tuvieron y han tenido en términos de la producción, el empleo
rural, los
recursos naturales, la pobreza, los ingresos, la tenencia de la tierra, entre
otros
aspectos.
1.
MODELO DE INDUSTRIALIZACION Y DE SUSTITUCION DE
IMPORTACIONES
A partir de
1950 y hasta mediados de los setenta, en los países de América Latina
se aplicó el
modelo de industrialización sustitutiva, en el cual la idea de progreso
descansaba
en el desarrollo del sector industrial, al considerarlo como el sector
líder del
desarrollo, pues se asumía que era el más productivo y tenía mayores
posibilidades
de generación de empleo para absorber la sobre-población rural, con
miras a un
mejoramiento de sus condiciones de vida. Este modelo de desarrollo
ponía
especial énfasis en los procesos de urbanización y de modernización
técnica para
el mejoramiento de los índices de producción y productividad.
En este
modelo de industrialización, el estado necesitaba un sector agrícola
dinámico que
produjera una mayor oferta de alimentos
y materias primas para
suplir la
demanda interna. Así mismo, se esperaba que generara capital y divisas
o que al
menos permitiera ahorrar estas últimas.
Por otra
parte, se buscaba generar una situación de mayor equidad en el sector
rural, con
el fin de reducir los conflictos sociales que se estaban dando en la
región, pero
también para que los pobres rurales pudieran generar una demanda
real por
bienes industriales y, así, contribuir a la ampliación de los mercados
internos.
Se
desarrolla, entonces, una política sectorial activa, que conlleva apoyo directo
y
subsidios a
los productores. Se hacen planes de
desarrollo agrícola, se dan
modelos de desarrollo y el desarrollo rural
en América Latina Pérez y Farah 5
fuerte
impulso a la investigación agropecuaria y a la modernización tecnológica,
para buscar
aumentar la oferta interna. Paralelo a esta modernización, también
hay un gran
incremento en el uso de semillas e insumos modernos. El papel del
estado era
alcanzar la modernización de la producción agrícola, aumentando su
productividad,
facilitando el acceso a la tierra a los pobladores campesinos y
asalariados
pobres, lo cual, finalmente, se convirtió en un eje de conflictos y no
logró la
eficiencia productiva y económica esperada.
Se
desarrolla, también, en casi todos los
países, una amplia institucionalidad
agrícola
para poder enfrentar las muchas limitaciones que tenía la agricultura en la
región. Es
así como se crea un gran aparato institucional, entendido como un gran
crecimiento
de entidades públicas con un amplio número de personal dedicados a
atender los
requerimientos relacionados con la producción, la investigación, la
asistencia
técnica, el crédito, la comercialización y la distribución de la tierra.
Las
políticas del estado son proteccionistas, con altos aranceles y múltiples
medidas
para-arancelarias. Es el estado el que fija la mayor parte de los grandes
precios de
la economía (tasa de interés, valor de la divisa, del trabajo, de la
canasta de
alimentos).
Como parte
de estas estrategias, en la década del sesenta, en muchos países de
América
Latina, se dio impulso a proyectos de reforma agraria, como en el caso de
Bolivia,
Cuba, Chile, Perú, Nicaragua y El Salvador, y se presentaron procesos de
colonización
como en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Paraguay y
Venezuela
(Jaramillo, 2000).
A pesar de
estos esfuerzos de reforma agraria, el
problema de acceso a este
recurso
sigue siendo un problema importante en América Latina, en la mayoría de los
países
2. EL MODELO
NEOLIBERAL
La
aplicación del modelo neoliberal se hace en diferentes momentos y de manera
diversa en
los distintos países de América Latina, aunque las medidas y la
motivación
para su implementación, en general, fueron las mismas.
La apertura
comercial se empieza a hacer en algunos países a finales de la
década de
los setenta, pero se generaliza en los ochenta para toda la región. A
mediados o
finales de la década de los ochenta, los primeros ya se encuentran en
una
situación de alta o media liberalización comercial. Por su parte, otros países
inician más
tarde este proceso, haciéndolo de manera muy rápida en los noventa
Con respecto
a las reformas en el sector agropecuario, unos pocos países las
aplican al
comienzo de los ochenta, pero la mayoría lo hacen a finales de dicha
década o
principios de los noventa, como es el
caso de Argentina, Brasil,
Colombia y
en parte México.
Las
tendencias se orientan a que el estado
no determine directamente las
variables
macroeconómicas ni sectoriales, sino que deje operar los mercados de
recursos y
bienes. Se espera que las tasas de interés, la tasa de cambio y los
salarios
sean determinados por el mercado respectivo.
De manera
especial, el estado deja de jugar un papel activo en la producción y
comercialización
y se busca un proceso amplio de privatización de la economía,
que se
advierte en la venta de agroindustrias y agrocomercios públicos en los
países donde
existían.
La
agricultura se convierte en un sector más de la economía y pierde todos los
tratamientos
preferentes que había tenido durante mucho tiempo. Toda la
organización
empresarial del sector requiere de un reordenamiento, puesto que
debe asumir
la desregulación de los mercados, la apertura de la economía, la
eliminación
de subsidios y los cambios de legislación y regulación institucionales.
REFORMA
AGRARIA
Desde el inicio del
gobierno de Juan Manuel Santos, uno de los proyectos de los que se habla con
mayor insistencia, y que a la vez genera polémica, es el de la restitución de
tierras (proyecto que va ligado al de reparación a las víctimas). Aunque en principio,
este es sólo un primer paso en la reestructuración del campo, valdría la pena
preguntarse qué otras herramientas (aparte de garantizar el acceso a los
factores de producción), son necesarias para lograr una reforma agraria que
logre disminuir el éxodo a las ciudades y a la vez incentivar el regreso de los
campesinos desplazados a sus tierras para hacerlas productivas.
Otras
reformas en el pasado
Esta no es
la primera vez que se habla de reforma agraria en Colombia. En el siglo pasado
se hicieron varios intentos para entregar tierras a los campesinos para que
trabajaran en ellas, pero ninguno fue exitoso debido, entre otros factores, a
la resistencia de los terratenientes. Aún así, las dos reformas más importantes
fueron las implementadas durante los gobiernos de Alfonso López Pumarejo y del
Frente Nacional.
Como parte
de su “Revolución en marcha”, el gobierno de Alfonso López Pumarejo expidió la
Ley 200 de 1936, que, apoyada en la Reforma Constitucional del mismo año,
propendía por la función social de la propiedad, y creaba una Jurisdicción
Agraria, que se encargaba de solucionar problemas relacionados con la propiedad
de la tierra(Mondragón,
2002). De la misma manera, se buscaba la entrega de títulos de propiedad a
quienes explotaran la tierra, reservando el derecho al Estado de recuperar la
tenencia de predios de más de 300 hectáreas que no fueran aprovechados
económicamente(Melo,
1995).
Durante el
gobierno del Frente Nacional, surgió una iniciativa de reforma agraria, que
buscaba no sólo la redistribución de la tierra, sino la industrialización de la
misma (Melo,
1995). Así surgió la Ley 135 de 1961, con la cual se creó el Instituto
Colombiano de la Reforma Agraria (Incora), que, al igual que la reforma de
1936, buscaba que los propietarios de tierras las hicieran más
productivas (Mondragón,
2002), y también buscaba la titulación de terrenos baldíos (Melo, 1995).
Sin embargo,
las diferentes reformas que se han propuesto han encontrado alta resistencia
por parte de los terratenientes, quienes incluso hicieron acuerdos con el
gobierno para detener la redistribución de tierras, como el “Pacto de
Chicoral”, en el cual se comprometieron a pagar impuestos por sus
terrenos (Melo,
1995).
FINCA
El nombre
de finca es el que se aplica a un determinado tipo de establecimiento que
tiene lugar en el ámbito rural y que se dedica a la producción de algún tipo de
elemento agrícola o ganadero. Las fincas suelen ser establecimientos ubicados
en terrenos más bien amplios, con un centro habitable, grandes extensiones de
tierra y otros establecimientos relacionados con la producción como tambos,
molinos, silos, etc. La finca también puede ser un tipo de propiedad inmueble
que no se dedica a la producción y que es más que nada un tipo de propiedad
lujosa de los sectores más altos de la sociedad
PISOS
TERMICOS
Los pisos térmicos
representan aquellas alturas relativas sobre el nivel del mar que están
determinadas por el relieve de una región geográfica y que, en consecuencia, influyen
especialmente en la zona intertropical en cuanto al tipo de clima o temperatura
atmosférica, la humedad, las precipitaciones, la presión atmosférica y los
vientos.
Por esta
razón, el concepto de pisos térmicos recibe otras denominaciones de acuerdo a
los elementos sobre los que haga mayor hincapié en sus estudios: por ejemplo,
hablamos de pisos climáticos si estudiamos específicamente cómo la altitud
modifica el clima, y pisos bióticos o pisos ecológicos cuando apuntamos a la
influencia de la altitud en los seres vivos y a la interrelación entre éstos y
el medio ambiente.
Sin embargo,
el uso más generalizado es “pisos térmicos” porque reúne los otros conceptos.
Resumidamente,
la altitud del relieve influye sobre todos los demás elementos climáticos. A
mayor altura, menor temperatura: aproximadamente, por cada 180 metros de
altura, la temperatura desciende 1ºC, lo cual va determinando los tipos de
pisos térmicos, que se los ha clasificado en cinco: piso macrotérmico
(o “tierra caliente”), subtropical, templado, frío, páramo y helado.
AGRICULTURA
EN COLOMBIA
Aquí es el agricultor quien hace
el mayor aporte de agua, sea desviando cauces, o con métodos técnicos o
artesanales. Pero no depende del elemento climático o de aguas subterráneas,
para lograr su objetivo.
Otra manera de clasificarla es por la relación entre mercado y producción:
Industrial:
Gran cantidad de producción, buena tecnología, y buenas
ganancias. Aquí es donde se encuentran concentrados los grandes propietarios de
las tierras de Colombia. A veces se la combina con la intensiva, de manera de
aprovechar el máximo rendimiento en relación a la superficie cultivada.
Tradicional:
esta es la de siempre, la que ha pasado de generación
en generación, sin casi modificaciones a través del tiempo. Aquí están
mayormente los agricultores de la categoría de subsistencia.
Los cultivos mas conocidos, y más rentables son obviamente, el café, ya que Colombia es el mayor productor de café del mundo, y también tiene caña de azúcar, plátanos, maíz, papa, yuca entre otros.
Los diferentes climas y tierras permiten que Colombia obtenga una buena y variada producción agrícola.Ç
Colombia es
un país esencialmente agrícola y esta industria constituye una parte importante
en el desarrollo de la economía del país, algunos cultivos importantes de
Colombia son: el arroz, el maíz, el algodón, platano, caña de azúcar,
tabaco, maíz, café, fríjol, yaca, cacao, trigo, cabada, papa.
PRODUCCION PECUARIA
La
actividad pecuaria en el país, constituye un componente importante de nuestra
economía, siendo necesario investigar sus principales variables, con el objeto
de explicar su comportamiento, en el contexto del desarrollo del país.
BUENAS PRACTICAS AGRÍCOLAS
El concepto de buenas prácticas agrícolas (BPAs) ha ido
evolucionando con el transcurso de los últimos años en el contexto de una
economía alimentaria rápidamente cambiante y globalizadora, como resultado del
interés y del compromiso de una amplia gama de partes interesadas en torno a la
producción alimentaria, a la seguridad y calidad alimentarias y a la
sostenibilidad ambiental de la agricultura. Las BPAs aplican las
recomendaciones y los conocimientos disponibles para la sostenibilidad
ambiental, económica y social de procesos de producción in situ y de
posproducción, que terminan en productos agrícolas alimentarios y no
alimentarios seguros y saludables. Un enfoque ampliamente aceptado que use
principios de BPAs, prácticas e indicadores genéricos será de gran ayuda para
guiar el debate sobre políticas y acciones nacionales, así como sobre la
elaboración de estrategias para garantizar que todas las partes interesadas
participen en las BPAs y se beneficien de su aplicación en la cadena
alimentaria.
PRODUCCIÓN LIMPIA
Las necesidades individuales y sociales pueden, y deben ser
cubiertas usando métodos que sean compatibles con los ecosistemas, con la
diversidad natural y cultural, y que aseguren la capacidad de las generaciones
venideras para cubrir las suyas propias.
Frente a las tendencias basadas en el "principio de
asimilación", surge, a finales de los 80 en los foros internacionales para
la protección del mar contra la contaminación, una nueva tendencia partiendo
del principio de precaución:
Los procesos de Producción Limpia son la
puesta en práctica del concepto de prevención, y se caracterizan por:
- Utilizan sólo materias renovables y reutilizables.
- Utilizan eficientemente la energía, el agua, el suelo y otras materias primas.
- No usan ni elaboran compuestos químicos tóxicos, evitando así la generación de residuos tóxicos.
Siempre se empieza cuestionando si un producto o servicio
cumple una función o necesidad social importante, y en toda las fases de
producción se tienen en cuenta criterios de igualdad y justicia social en
las comunidades en las que se extraen recursos se elaboran productos y se
prestan servicios. La fuerza laboral y los residentes tienen una voz decisiva
en los temas que afectan a su economía, salud, medio ambiente y cultura. Se
trata, en definitiva de crear canales eficaces para la participación
ciudadana en la toma de decisiones.
Los productos son "limpios":
- no tóxicos y no contaminados por residuos químicos
- energéticamente eficientes
- fabricados de materiales renovables
- duraderos y reutilizables
- fáciles de desmontar, reparar y reconstruir, hechos de piezas intercambiables con otras de productos similares
- empaquetados mínima y apropiadamente para su distribución, usando materiales reciclados y reciclables
- diseñados para ser reintroducidos en los sistemas de producción o en la naturaleza una vez finalizada su vida útil.
VIENES Y SERVICIOS DE
LA NATURALEZA
Toda actividad
productiva que forma parte de la cadena de producción mundial está asociada a
la cosecha permanente de bienes ambientales o lo que es lo mismo al uso
permanente de recursos naturales.
Es indudable que la naturaleza es la gran proveedora de
bienes y servicios a todos quienes vivimos en este planeta. Pero ¿es esta una
premisa estática a través del tiempo? Ciertamente no lo es. Existen bienes y
servicios que la naturaleza nos ha brindado en el pasado y que hoy por hoy no
los tenemos debido a la falta de políticas y estrategias dirigidas a su
conservación. Así hay especies que han desaparecido o están en período de
extinción, cuerpos de agua que se han secado o degradado tanto en su calidad,
que ya es imposible acceder a ellos como solución para mitigar la sed y
promover progreso. En algunos países del mundo se han ideado figuras y
mecanismos legales a través de los cuales se financian programas de
conservación de los bienes naturales que garantizan el acceso a los servicios
asociados a ellos a través del tiempo. Un ejemplo claro lo constituye la
protección y conservación de la biodiversidad que nos proporcionan un paisaje,
en su sentido más amplio, generador de servicios socio productivos como pueden
ser la recreación y el turismo o la fabricación y acceso a medicamentos.
Los sistemas
agrícolas
se definen como conjuntos de explotaciones agrícolas
individuales con recursos básicos, pautas empresariales, medios familiares de
sustento y limitaciones en general similares, a los cuales corresponderían
estrategias de desarrollo e intervenciones parecidas. Según el alcance del análisis,
un sistema agrícola puede abarcar unas docenas o a muchos millones de familias.
La clasificación de los sistemas agrícolas de las regiones
en desarrollo se ha fundado en los siguientes criterios:
- recursos naturales básicos disponibles, comprendidos el agua, las tierras, las zonas de pastoreo y de bosques; el clima, del cual la altura es un elemento determinante; el paisaje, comprendida la pendiente; la dimensión de la finca, el régimen y la organización de la tenencia de la tierra; y
- la pauta dominante de las actividades agrícolas y de los medios de sustento de las familias, comprendidos los cultivos, el ganado, los árboles, la acuicultura, la cacería y la recolección, la elaboración y las actividades externas a la finca agrícola; y también las principales tecnologías empleadas, que determinan la intensidad de la producción y la integración de los cultivos, el ganado y otras actividades.
Granja integral autosostenible
Es una extensión mínima de tierra , entre 3 a 5 hectáreas,
en donde se integran la producción de abonos orgánicos (lombri-compost, humus,
acondicionadores biologicos), granos básicos (maíz, fríjol, arveja), crianza de
especies menores de animales (cabras, conejos, gallinas), a la tecnología y
busca la mejor utilidad de todos los recursos existentes dentro y alrededor del
centro agropecuario, para proveer no solo de alimento, sino que a través de la
venta de sus excedentes obtener ingresos y bienestar para sus asociados
(trabajadores, aliados estrategicos, proveedores y socios).”
La ecoagricultura
es un novedoso sistema y concepto que se utiliza en las
tierras con el fin de producir alimentos beneficiando el ecosistema.
Centrándose en un correcto orden territorial y el
aprovechamiento de los suelos sin su degradación, sus características son
generalmente de reservación.